La gratificación que tengo del público es maravillosa.

Hasta fines del 2014 hará teatro, en Buenos Aires. Analiza propuestas para su regreso a la televisión. Una intérprete que puso su talento al servicio de grandes clásicos del cine, la televisión y el teatro. 

Publicado el 16/10/2014 - Allá lejos y hace tiempo (1978) fue el debut de Susana Raquel Pecoraro, Susú, en el cine. 
Luego vendrían Mis días con Verónica, Señora de nadie y El arreglo, pero en 1984 llegaría Camila, el filme que la proyectó de la mano de María Luisa Bemberg. 
Después de esa película, que protagonizó con Imanol Arias, trabajó en disímiles producciones cinematográficas hasta que, en el 2011, Nicolás Gil Lavedra le dió el protagónico de Verdades, donde interpretó a Estela de Carlotto. 
En televisión, lo último que hizo fue Doce casas, Historia de mujeres devotas. Después de esta participación especial para este ciclo de la TV Pública, Susú analiza propuestas que le acercaron. 
En tanto, en teatro se recuerda su paso rutilante por La duda, Porteñas y Monólogos de la Vagina. Y su presente en el escenario es El toque de un poeta, junto con Lito Cruz y Eleonora Wexler. 
La actriz, en Buenos Aires, concedió una entrevista exclusiva a EL LIBERAL. 
Madre enamorada y contenedora de un marido que vive aferrado al pasado en esta obra de Eugene O’Neill. 
Es un personaje que amo hacer. Estoy feliz de hacer esto porque es un honor trabajar con Lito Cruz y con Eleonora Wexler. El hecho de hacer un clásico como El toque de un poeta, de Eugene O’Neill, es mucho más gratificante para una actriz. Es que desde los clásicos sale todo. De Williams Shakespeare salió el teleteatro. Acá (por El toque de un poeta) está actuado a fondo, todo está hecho a fondo tanto cuando hay momentos de comedia o de drama. Nos deja a nosotros, como actores, relacionarnos y estar mucho más profundamente conectados. Una obra buena es maravilloso. 
Los personajes de O’Neill viven en el borde de la sociedad aunque luchan por mantener vivas sus esperanzas. 
Y eso es lo que hace Nora, mi personaje, una mujer que pese a todos los problemas de Cornelius (Lito Cruz) ella no pierde las esperanzas de que todo cambiará. Yo trabajé mucho para hacer a esta esposa y madre que es la que sostiene la obra con ese amor por su marido. Fue un trabajo muy intenso porque el director, Barry Primus, nos iba dando las precisiones en inglés. Fue un trabajo intenso e interesante. 
¿Cuánto le gratifica poder hablar de estos temas? 
La gratificación que tengo del público es maravillosa. Uno piensa que a una obra clásica no la va a entender. Pero, es todo lo contrario, lo clásico tiene más llegada a la gente. La gente se ríe en los momentos menos pensados. La gratificación es lo que le pasa a la gente.


Fuente: elliberal.com.ar

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