Salir de los clichés



Estela es el rastro que deja en el agua o en el aire un cuerpo en movimiento puro. Es rastro, es huella.” Con estas palabras, Nicolás Gil Lavedra empezó a tirar del hilo que le permitiría armar Estela, el film que marcará su debut como director de un largometraje. “La conocía mucho por mis viejos”. Su padre es Ricardo Gil Lavedra, uno los jueces que condenó a las Juntas Militares de la última dictadura durante el gobierno de Raúl Alfonsín, y su mamá, una asistente social que trabajó intensamente en la restitución de nietos en los ’80 y ’90. En 2005 hizo el corto Identidad Perdida, y de ahí en más empezó a ver a Estela una vez por semana. Y a insistirle para hacer esta película: “A ella le daba, y le da todavía, mucho pudor. ‘Yo soy una mujer común’, me decía. Se resistió hasta que entendió que esta historia la podía hacer alguien que la quería mucho. Ella tiene voz y voto en todo.”
¿Qué andaba buscando cuando surgió el nombre de Susú? “Una gran actriz que tuviera nombre. Y que anduviera por los 50. Fue una gran elección, porque Susú es similiar a Estela, viene de una familia parecida. No quería una imitadora. Pero con ella es súper fácil, un placer, enseguida entendió adónde iba el guión.”
Y, sin dudar, Gil Lavedra asegura que la idea es “sacar el drama. Transmitir cómo es ella, una persona agradecida. Estela misma lo cuenta: ‘yo muchas veces digo gracias a la vida, no por la desaparición de Laura y Guido, sino por todas las otras cosas lindas que me pasan’.”
Nicolás explica que como invitado al cumpleaños número 80 de Carlotto se sorprendió con “lo linda que es esa familia, la alegría, el amor que hay a pesar de todo lo que les pasó”. Por eso, aclara: “Esta no es una película más de los ’70, sino una historia acerca de cómo el destino se le cruzó a esta mujer que decidió seguir peleando por la vida. La idea es salir de todos los clichés. Esta no va a ser una película con estética de Falcon verde.”
Y el gran objetivo del film –cuyo estreno está previsto para octubre de este año, mes aniversario de Carlotto y Abuelas– además de mostrar a Estela al mundo, es que “la historia sirva para que cualquiera que tenga una muerte injusta en su familia encuentre los métodos
para ir transformando el rencor en alegría, en lucha, en métodos democráticos”.

fuente: tiempoelargentino.com

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