"Nunca presté atención a los espejos"

Decontracté. Pecoraro cuenta que se mete tanto en lo que hace que no percibe el calor y se olvida de no tocarse el pelo.

Su Paloma es uno de los personajes más entrañables de Alguien que me quiera, la novela de El Trece que la devuelve a un lugar de alta exposición. Desde su puesto en el mercado de ficción, la actriz de Camila habla del éxito, la imagen y el Oscar, un conocido suyo.

¡Ay, hola!”, dice Susú Pecoraro, con un segundo de delay, a una señora que la saluda por la calle. Luego susurra a la cronista: “Me había olvidado de que la novela estaba al aire”. Habla de Alguien que me quiera, claro, la tira de Pol-ka que reemplazó a Valientes en la pantalla del El trece y que este miércoles, por primera vez, le ganó en audiencia a Botineras (Telefe). Allí es la vulnerable Paloma, el objeto de deseo de Armando-Miguel Ángel Rodríguez. Pero la protagonista de Camila permanece inmune. Ni las vanidades que el prejuicio atribuye a los de su gremio ni las presiones que el éxito puede filtrar hacia su trabajo le mueven un pelo a Susú.

“Justo me tocó una banda de gente muy divertida, no podemos parar de reírnos; con Miguel Ángel Rodríguez, Jorgelina Aruzzi, Casablanca, María Leal, se arma un clima de estudiantina ideal para trabajar. Y yo también hago reír, una faceta que no imaginaban en mí. De alguna manera, por las películas, muchos tienen una imagen mía de actriz seria; luego se encuentran con un personaje más distendido. Yo le escapo a eso, me preguntan del Oscar, o de cuando fui jurado en un festival internacional y sí, lo hablo, todo bien, pero prefiero que no se establezca esa distancia. Es difícil ser lo que uno es, y no vivir ni del pasado ni de la venta de lo que fui. Debo estar todo el tiempo desarmando para poder estar viva y ser una persona que puede estar acá con vos sin contarte todo lo grande que hizo."

–El público, la gente en la calle, te saluda con cariño, sin ataques de cholulismo...

–Porque a la larga, en el fondo, uno ve a la persona a través de sus trabajos, más allá de las historias de las películas. Ves la persona en las elecciones que hace. A la gente le resulto familiar.

–Quizá también por tu look natural, alejado de la producción de las celebrities.

–Lo físico nunca fue tema para mí, nunca. Hay temas y temas, y ése no existe. Me persiguen las chicas de vestuario y peluquería porque me olvido, me toco la cabeza y me despeino, no estoy pendiente. Nunca les presté atención a los espejos.

–¿Tenías ganas de volver a la televisión, y con una tira diaria?

–Sí, porque no hay distinción entre tele y cine. Uno sigue, llora, se ríe, pasa de una escena a otra, subís, bajás escaleras... El otro día daba vueltas corriendo por el sol, en una escena en la calle, y dije: ‘Chicos, qué calor, ¿no?’. Todos largaron la carcajada porque era el día de más calor de Buenos Aires y yo casi ni me daba cuenta. Quiero decir: uno viene con una energía que te absorbe del todo. Tengo la pasión puesta en hacer un personaje o, más bien, en contar algo. Y cuando estoy metida en eso, TV o cine, es todo igual. Tiene que ver con crear algo vivo con las herramientas de trabajo que haya. Es energía que tirás y que el otro te devuelve, circula o no circula. La tarea consiste en propiciar esa energía creativa. Hay que estar generoso y abierto. Y es entre todos. Cuando no funciona, te agotás el triple, percibís el calor, aparece todo lo que no debe. Eso hace Miguel Ángel Rodríguez, le pone onda, hace que todo funcione todo el tiempo.

–¿Y qué hace que funcione Alguien que me quiera?

–No me hago cargo de eso, de si es popular o costumbrista y todo lo que se dice. Las cosas funcionan por una cantidad de elementos que se juntan y me parece muy reduccionista adjudicarlo a un elenco, a un presupuesto gordo, al horario o lo que sea.

–Paloma tiene un costado pícaro, una alegría, y decís que disfrutás el trabajo. ¿Qué papeles te marcaron, te costaron más sacarte de la piel?

–El personaje de la monja que hice en La duda, en teatro. Era tremendo, y yo lo hice tremendo. Y había que bancárselo todas las noches, fue difícil, no como actriz, pero no tenía ganas de seguir haciéndolo mucho tiempo. Bajé con el teatro lleno: no tenía más ganas de hacerla. Había algo que ya me estaba tocando a mí, era demasiado. También me marcó Sin testigo, con Miguel Ángel Solá, nos dirigió Inda Ledesma. Inda me enseñó mucho, era un genio. Uno de los recuerdos más fuertes que tengo del teatro fue con ella y con Miguel en el escenario.

–¿Hay algún proyecto que te interese para volver al teatro?

–Me gustaría mucho hacer algo con un amigo, Juan Pablo Geretto, lo estamos buscando. Geretto tiene un corazón que no le da vergüenza mostrar, y eso me gusta mucho.

–Estuviste en el centro de un momento histórico del cine argentino con la nominación al Oscar de Camila, ¿cómo vivís este de El secreto de sus ojos?

–Con generosidad y alegría, porque los quiero mucho a todos, pero sabiendo que nuestra industria siempre fue una isla. Cada vez que nos fue bien afuera se abrió una puertita, pero nunca se impulsó una industria. He vivido la alegría del actor, con premios y distinciones, y la desilusión del productor: yo fui al Oscar y lo gané, porque era la cara de la película, y para mí no hubo diferencia. Me encantaría ver filmar a Aristarain, a Pino, que los directores filmen en lugar de sólo tener premios. Pero es así: resulta que, cada tanto, a pesar de todas las trabas, éste es un país donde pasan cosas y siempre van a pasar cosas. Los premios no son al ego, son para seguir trabajando. Luego se genera toda esta necesidad de canalizar por ahí la sensación de que algo bueno tenemos, como cuando ganamos un Mundial.

Comentarios

  1. me encantóoo!! =)
    me encanta como habla esta mujer!!
    es increible que sea capaz de hacerte
    emocionar, reir todo en una misma entrevista!
    me encantó el priincipio cuando habla del pasado haciendo incapie en el presente...
    especialmente la frase " Debo estar todo el tiempo desarmando para poder estar viva y ser una persona que puede estar acá con vos sin contarte todo lo grande que hizo"

    y dspp morii de la risa cuando habla de AQMQ de la escena el dia mas caluroso de baires, te juro q me la imagino y no puedo parar de reirme...

    ES INCREIBLE!

    gracia melissa por todoo,
    por compartir todas estas cosas :D

    besoos!

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